Limpieza adecuada para cada tipo de piel.
La limpieza es el primer paso de la rutina cosmética, el paso más importante. La piel actúa como una barrera protectora frente a agentes externos, Por ello, debemos mantenerla en condiciones óptimas y realizar la adecuada para los diferentes tipos de piel.
Razones por las que realizar una limpieza facial diaria:
- Retirar el sudor, el maquillaje, el protector o los restos de cosméticos.
- Eliminar impurezas, como las derivadas de la polución y el tabaco
- Prevenir sobrecrecimiento de bacterias, hongos y parásitos, que viven como saprófitos y pueden volverse patógenos, como ocurre con Demodex folicullorum, que coloniza las pieles con rosácea.
- Con una piel limpia conseguiremos absorber mejor el tratamiento que apliquemos posteriormente.
Lo más complicado: elegir el producto adecuado para tu tipo de piel
Esta es la parte más importante, escoger una limpieza adecuada para cada tipo de piel Si escogemos un limpiador demasiado agresivo luego tendremos que invertir más tiempo y dinero en productos para calmar e hidratar la piel.
¿Lavar el rostro con agua es suficiente?
No, el agua solo va a retirar el sudor y partículas hidrosolubles pero ni el sebo ni la mayoría de agentes contaminantes son solubles en agua. Tampoco lo son el maquillaje ni el protector solar. Por lo tanto, necesitamos un ingrediente que sea afín al agua y a la suciedad por igual.
¿Qué ingrediente cosmético es afín al agua?
Los tensioactivos. Tienen afinidad tanto por la grasa como por el agua. De esta forma, son capaces de solubilizar la suciedad (que es de naturaleza grasa) y de arrastrarla con el agua a la hora de aclararnos. Unos tensioactivos tienen más afinidad por la grasa que otros y tendrán por ello mayor poder detergente. Cuanto mayor poder detergente tienen, mayor son las probabilidades de resecar o irritar la piel. Al mismo tiempo que retiran la suciedad, pueden retirar los lípidos naturalmente presentes en la piel y que aportan función barrera.
A modo de orientación, evitaría utilizar para la higiene facial productos que contengan tensioactivos aniónicos como el Sodium Lauryl Sulfate y el Sodium Laureth Sulfate entre otros. Y os dejamos algunos de los tensoactivos que sí debeis buscar: glucósidos como Caprylyl/Capryl Glucoside, betainas como Cocamidopropyl Betaine e hydroxisultainas como Lauryl Hydroxysultaine entre otros. Y, por supuesto,buscaría ingredientes que contrarresten la irritación como glicerina y aceites.
Para pieles mixtas, grasas: gel limpiador con azeloglicina y AHAs
Son ideales para pieles mixtas, grasas y con tendencia acneica porque su textura es más ligera y refrescante. Según los tensoactivos que se utilicen se pueden conseguir productos tolerantes con la piel, que no resequen. Sí, ¡existen!. Esto es muy importante porque una piel grasa deshidratada generará más sebo para contrarrestar la falta de hidratación.
Los alfahidroxiácidos (AHAs) se utilizan para exfoliar, para una limpieza más profunda. Son perfectos para este tipo de pieles porque van a evitar la obstrucción del poro. Actúan como un peeling químico superficial. Eliminan las células muertas por lo que son muy efectivos contra manchas y ayudan a controlar el acné.
¿Cómo actúan los alfahidroxiácidos en la piel?
Transforman la piel. Aceleran el fenómeno de regeneración celular, estimulan la síntesis de colágeno y retienen agua. La piel consigue mejor textura, más luminosidad, suavidad y flexibilidad. Destacan los ácidos glicólico, mandélico, cítrico y láctico.
¿Los alfahidroxiácidos son para todo tipo de pieles?
No, no todas las pieles toleran los ácidos. Si tu piel se enrojece o te pica en exceso, no son para ti. Bacillus Ferment es la alternativa ideal a los exfoliantes químicos para las pieles sensibles y secas.
Para pieles secas, sensibles, con rosácea: aceite limpiador con extracto de Bacillus y azeloglicina
los aceites limpiadores son productos más suaves que los jabonosos. Retiran la suciedad y el maquillaje sin dejar sensación de sequedad en la piel, por lo que se recomiendan para la piel seca y sensible. Sí, las moléculas iguales se atraen entre sí, al aceite le gusta el aceite.
Este tipo de limpiadores son una mezcla de sustancias humectantes (como la glicerina) y aceites vegetales como el aceite de jojoba y el aceite de almendras dulces. Se les denomina “get to milk” porque se convierten en emulsión fluida en contacto con el agua. Lo ideal para utilizarlos es realizar un masaje con la piel seca, con el aceite limpiador sobre el rostro para facilitar el desprendimiento de la suciedad y aclarar con agua templada. Pueden emplearse dos veces al día y son ideales como primer paso de una doble limpieza nocturna en aquellas pieles que la necesiten.
A las arcillas se les atribuyen propiedades purificantes, antiinflamatorias, antibacterianas y cicatrizantes. Sin embargo, requieren tiempo para aplicarlas y hay que tener especial cuidado con el tiempo de aplicación para que no resequen la piel. Existe una alternativa que se ha puesto muy de moda, Bacillus ferment, una arcilla-like. Es un extracto de microorganismo aislado de una arcilla natural que conserva todas las propiedades de las arcillas.
Ventajas del Bacillus ferment para la piel:
- Antibacteriano. Control de brotes de acné.
- Antiinflamatorio. Es un ingrediente con muy buenos resultados contra las rojeces.
- Elimina suavemente las células muertas. Aumenta la regeneración celular, aumenta la velocidad de reparación de lesiones y cicatrices.
- Sinergia con tensioactivos, imprescindible para conseguir una limpieza más profunda
- Tiene acción antioxidante
¿Por qué la azeloglicina es el ingrediente estrella para cualquier limpieza?
El ácido azelaico se utiliza por sus propiedades bacteriostáticas, antiinflamatorias y seborreguladoras. Está indicado para todo tipo de pieles, se pueden beneficiar las pieles grasas y con acné y las pieles inflamadas y con rojeces. En las pieles con lesiones inflamatorias de acné va a controlar el acné y a prevenir y difuminar las manchas residuales de estas lesiones. También es la mejor elección para pieles con rosácea, ayuda a prevenir brotes y a disminuir la inflamación.
El problema del ácido azelaico es que puede causar en algunas ocasiones irritación y sensibilidad. Pero, ¡hay alternativa!: la azeloglicina. Este activo nace de la unión de una molécula de ácido azelaico con 2 moléculas de glicina lo que lo hace más respetuoso con la piel y le otorga un plus de hidratación. Y lo que es más importante, conserva toda la efectividad del ácido azelaico.
Desde el equipo de desarrollo de productos de LICO esperamos que esta información os haya sido de utilidad, para identificar una limpieza adecuada para cada tipo de piel. Podéis hacernos cualquier consulta en comentarios o al correo contacto@licocosmetics.com
Descubre más sobre la limpieza adecuada para cada tipo de piel en nuestro instagram @lico_cosmetics También puedes ver nuestros productos con azeloglicina en la tienda.